sábado, 26 de septiembre de 2020

El Mejor Libro de Marketing Político (Spanish Edition)

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viernes, 25 de septiembre de 2020

Curso de Ciencia Política $ 4.99


Este Curso de Ciencia Política es quizá uno de los cursos académicos más ambiciosos llevados a cabo por los científicos sociales de Hispanoamérica y otros; busca cumplir con esta doble función: a) ser un texto básico para comprender los principales temas de la disciplina; y b) ser una guía esencial para aprehender el vocabulario de la política.
El Curso se divide en cinco partes: a) fundamentos; b) actores; c) instituciones; d) administración y políticas públicas;
y e) relaciones internacionales con lo que se busca dar cabida a las tres dimensiones de la política: la polity (la estructura),
la politics (el proceso) y la policy (el resultado).

jueves, 24 de septiembre de 2020

APOLITICO o APARTIDISTA?

APOLÍTICO o APARTIDISTA?
Muchos adultos y más que todo jóvenes, expresan que no les interesa la política y no les importa, generalmente suelen decir que “todos los partidos políticos son más de lo mismo, me da igual”. La gente Apolítica es aquella a la que no le interesa la política, a pesar de que esta influye de forma considerable en su vida. Los Apartidistas pueden llegar a hacer una afirmación parecida, pueden pensar que todos los partidos políticos no ven los intereses de la población sino los partidiarios. Pero hay una gran diferencia, los apartidistas están muy interesados en la política, la observaban, la analizan y la crítican desde diferentes ángulos. Lo hacen por varias razones: La primera puede ser que la oferta ideológica y las propuestas de los partidos no sea realistas o no vayan muy de acuerdo con su filosofía de vida. La segunda, y creo la más importante, es que el nivel de deterioro en los partidos (que incluye darle la espalda a sus principios ideológicos fundacionales) ha llegado a un punto en que se demuestra que al final pesa más los intereses particulares que el bien común , y en función de eso se tiene el criterio para percibir algunas diferencias, pero que no son las suficientes para poder depositar las esperanzas y la confianza en algún partido político. 

Los apartidistas no necesariamente dejan de ir a votar o anulan su voto. En algunos casos escogen al político que logre acercarse un poco (aunque esté más “para allá que para acá”) a sus convicciones. En otros casos se inclina por un político, no por simpatizar con él, sino para evitar que llegue aquél otro que consideramos más peligroso y deshonesto. Los apartidistas anhelan una realidad que los políticos no son capaces de ofrecer, no desean un mundo utópico, más bien son realistas, pero las opciones actuales no son capaces de buscar cambios posibles dentro de la realidad, sino son más bien, la única opción que queda.

Los apolíticos, son aquellos que incluso te miran con recelo sugiriéndote que “no te quejes de la situación” aunque serán los primeros en reclamar en ese momento en que sus decisiones terminan afectando el curso actual de sus vidas. En algunos casos ellos podrán simpatizar con un partido por tradición o por costumbre, pero no estarán al tanto de lo que sucede. Algunos prefieren alejarse del tema por considerarlo “negativo” y porque creen alterará el “equilibrio de sus vidas”, y prefieran mantener su status quo. Los apartidistas se involucran más en los aspectos del país, incluso pueden tener la capacidad de formar una fuerza ciudadana o movimiento, mientras que los partidos políticos por más que presuman de abarcar todo el espectro ideológico, muchas veces los dejan fuera o los confunden con los indecisos.

Hoy por hoy, se necesitan más apartidistas y menos apolíticos. Estar al tanto de la política y participar en ella, es una obligación moral del ciudadano, por ser político por naturaleza, ademas las políticas públicas afectan su vida y la sociedad en la que convive. La política no debe ser exclusiva a ciertos círculos intelectuales, económicos y de opinion. En ese orden de ideas parece que ser Apartidista es una opción viable, mientras no exista algo que demuestre que es una mejor alternativa a lo que vemos en la actualidad.

martes, 22 de septiembre de 2020

LA POSVERDAD = LA MENTIRA

En la evolución de la historia humana siempre hemos vivido rodeados de mentiras en el ámbito de la política. La propaganda y desinformación no son recientes. Siempre ha habido justificaciones para mentir en nombre de una verdad o causa superior. Anteriormente cada nación fue creando su propia mitología nacional (tradiciones religiosas y sociales, mitología), como la aplicación de los principios de la propaganda nazi o el funcionamiento de la maquinaria de propaganda soviética. También no podemos olvidar el desarrollo complejo y espectacular de la publicidad comercial subliminal, tan eficaz para seducirnos y persuadirnos a consumir a partir de noticias falsas y atractivas ficciones narrativas que integramos a nuestra conciencia, sin darnos cuenta y sin posibilidad de crítica. En consecuencia, las historias falsas que nos inundan tienen la ventaja intrínseca frente a la verdad, cuando se trata de cohesionar a la gente, especialmente en contextos de grandes problemas o desafíos sociales.

Entonces, la conexión casi natural entre política y mentira es milenaria, y en la relación entre ambas, podemos afirmar que sufre una nueva metamorfosis, utilizando la mentira con propósitos políticos diversos (por ejemplo, desacreditar al opositor, inflar un presunto logro de gobierno, manipular la opinión pública, etcétera); maquillada dichas mentiras, de verdades auténticas e inobjetables. Es a lo que llamamos posverdad o verdades alternativas. Muchos gobernantes en el poder imprimen este sello característico a su gestión, como ejemplos extremos y cercanos de la perversa relación que en la actualidad se establece entre posverdad y política. "La mentira es una estrategia del Gobierno para hacer creer a la población cosas que no son verdad”, , quien gobierna haciendo ostentación de un excesivo, aunque sin duda eficaz, ejercicio de mensajes diarios por cualquier medio. Es un estilo de comunicación que dice mucho y hace poco, pero sobre todo lo que ahí se afirma son, en efecto, dichos sin comprobación posible, medias verdades o claramente mentiras duras y burdas, existen muchos ejemplos de la utilización de mentiras para apuntalar la abusiva e ilegal, forma de gobernar.
Según el Diccionario de Oxford, se entiende por posverdad lo “relativo o referido a circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes en la opinión pública que las emociones y las creencias personales”

De acuerdo con esta definición, la posverdad es un fenómeno de la actualidad política que se caracteriza por imponer estrategias argumentativas en el debate político, basadas en el principio de que lo importante no es la verdad de los hechos o argumentos en disputa, sino simplemente ganar la discusión entre adversarios. Es decir, la verdad ha perdido importancia a tal grado que ya no constituye el ideal central del debate, sino que ha sido orillada a un lugar carente de relevancia e importancia. Por otro lado, una noticia falsa es eso, una afirmación que, aunque se presente como verdadera, es evidente y ostensiblemente una mentira. Sin embargo, se convierte en una posverdad cuando se le acepta como una verdad efectiva, pues concuerda con los valores y emociones de quién la valida como tal. La negación se sustenta en la fuerza de las emociones y convicciones de la ciudadanía forjada bajo una determinada ideología política. Cabe, pues, enfatizar aquí cómo el desarrollo de las redes sociales ocupa un lugar central en los sofisticados y eficaces mecanismos de manipulación de las emociones, somos víctimas de una promesa fallida, el acceso masivo a la tecnología haría más fuerte a nuestras democracias, pues permitiría una participación directa en la política, de las personas comunes y corrientes, haciendo realidad el poder del pueblo (demos/kratos). La verdad es la opuesta, la tecnología digital conduce a escenarios de vigilancia y control político, que en el pasado estaban reservados a aparatos de policía política. 

Las redes sociales han permitido el reposicionamiento de la



mentira en el espacio público. La posverdad es un abierto desafío a la democracia. Es sin duda alguna, un problema grave. Los políticos no deben tener licencia para mentir con malicia e impunidad, debe ser penado. 

 * Adaptación de Artículo publicado en el boletín Proceso N.° 14 de Ángel Sermeño Quezada, Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

sábado, 12 de septiembre de 2020

La Contrapropaganda

LA CONTRAPROPAGANDA

La contrapropaganda es la propaganda dirigida a combatir las tesis de los adversarios, como el contraespionaje es el espionaje dirigido combatir el espionaje del enemigo. Las reglas propias de la contrapropaganda  pueden ser caracterizadas en los siguientes items:

  • Reconocer los temas del adversario. Se reducen los argumentos del adversario a su contenido lógico, quitándoles todo adorno, y resulta casi siempre muy pobre y obvio. Así "desnudos" se los presenta opuestos entre sí, contradictorios y sin encanto.
  • Atacar los puntos débiles.  Una vez valorados los argumentos, se elige el más débil para concentrar la contrapropaganda en él. Es un método usado ampliamente en las guerras y en la preparación del clima bélico en la población, que en ocasiones ha enardecido en pocos días a pueblos pacíficos durante siglos.
  • Cuando la propaganda adversaria es poderosa, no atacarla nunca de frente. Hay gente bien intencionada que a la vista de un error lo combate de frente para corregirlo lo más rápido posible. Esa es la fuente del 90% de los fracasos en combatir la mentira. Para combatir una opinión se parte de ella, no se le contrapone otra, se busca un terreno común, no se habla desde el exterior.  Se comienza por hacer concesiones al adversario para terminar por ponerlo frente a contradicciones, conociendo sus debilidades.
  • Atacar y desdeñar al adversario. Mejor que discutir racionalmente una tesis es desdeñar al que la sostiene. Los argumentos racionales parecen recubrir debilidad de quien los esgrime. Más pasionales son los ataques personales, las referencias a la vida privada, los escándalos, la recordación de pasado sobre todo en política, donde nadie suele tener "la cola limpia".
  • Demostrar que la propaganda del adversario está en contradicción con los hechos. Basta mostrar que alguien tiene  una contradicción en un punto para que aparezca íntegramente desacreditado, para que la contradicción contamine la totalidad.
  • Ridiculizar al adversario. El adversario se debe estudiar para hacer de él una caricatura y usarla para ponerlo en ridículo. La burla es una reacción a la propaganda totalitaria. El sarcasmo es el arma de los débiles; pero las bromas circulan con gran rapidez y ridiculizan a los poderosos e incluso obtienen la adhesión de otros poderosos no rozados por la burla
  • Hacer que predomine el propio "clima de fuerza”. El adversario no debe tener nunca la iniciativa, es preciso que "nosotros" impongamos nuestro punto de vista. El "otro" es atacado donde más le duele o más valioso le parece, por ejemplo su nombre.




martes, 8 de septiembre de 2020

BIENVENID@S

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                            A todos nos afecta "La Política", y las decisiones que se tomen pueden beneficiar o perjudicar nuestro presente  y el futuro de nuestros hijos. En este Blog "El Persuasor" conocerás sobre Política, para que no te manipulen y tomes tus propias decisiones.

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